martes, 10 de junio de 2025

POEMA: HIJOS DEL OLIMPO

Zeus no pregunta, ordena con la mirada.
Su voz es trueno y su juicio, tormenta.
Reina en lo alto, pero su alma se arrastra entre nubes grises,
cansado del poder que todo lo ve, pero nada siente.


Atenea no nació: brotó, armada, del cráneo de su padre.
No conoció el juego ni la risa;
la sabiduría la hizo de mármol por dentro.
Camina con pasos de estrategia y silencios que piensan.


Dionisio danza entre lo divino y lo desbordado.
Su copa no se vacía, pero tampoco su corazón.
El vino es rito, el exceso, redención;
los que lo siguen, ríen al borde del abismo.


Afrodita no camina, flota.
No ama, hechiza.
En su mirada hay espejos rotos de todos los que creyeron poseerla.
Del mar nació la belleza, pero también la guerra.


Autor:Jimenez Ruiz Sebastián 


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