martes, 10 de junio de 2025

POEMA: HIJOS DEL OLIMPO

Zeus no pregunta, ordena con la mirada.
Su voz es trueno y su juicio, tormenta.
Reina en lo alto, pero su alma se arrastra entre nubes grises,
cansado del poder que todo lo ve, pero nada siente.


Atenea no nació: brotó, armada, del cráneo de su padre.
No conoció el juego ni la risa;
la sabiduría la hizo de mármol por dentro.
Camina con pasos de estrategia y silencios que piensan.


Dionisio danza entre lo divino y lo desbordado.
Su copa no se vacía, pero tampoco su corazón.
El vino es rito, el exceso, redención;
los que lo siguen, ríen al borde del abismo.


Afrodita no camina, flota.
No ama, hechiza.
En su mirada hay espejos rotos de todos los que creyeron poseerla.
Del mar nació la belleza, pero también la guerra.


Autor:Jimenez Ruiz Sebastián 


GUION DRAMATICO: El "rapto" de Perséfone

Perséfone (hija de la diosa Deméter) se encontraba en el campo recogiendo flores mientras Hades estaba buscando esposa.

Zeus:(Aparece) ¿Qué haces hermano?

Hades: Estoy buscando a alguien para que sea mi esposa

Zeus: Si quieres puedes quedarte con mi hija Perséfone

Hades: ¿Enserio?

Zeus: ¡Claro!

(Hades se manifiesta en el campo)

Hades: Hola ¿tú eres Perséfone?

Perséfone: Así es, ¿y quién eres tú?

Hades: Solo soy un hombre caminando por el campo, dime ¿qué hace una bella doncella como tú en este campo?

Perséfone: Solo estoy buscando semillas de granada, pero no encuentro nada

Hades: Yo sé dónde encontrarlas, si quieres puedes acompañarme

Perséfone: Eso me encantaría

(Perséfone acompaña a Hades sin saber que se dirigen al inframundo)

Mientras tanto, Deméter se dio cuenta de la ausencia de su hija, así que decidió salir a buscarla.

Deméter: ¡Mi Perséfone! ¿dónde estás?

(Deméter se empezó a alterarse y causo que las plantas empezaran a morir lentamente)

Deméter llega al Olimpo enfurecida.

Deméter: ¡¿Dónde estás Zeus?!

Zeus: Querida, ¿qué pasa? no te alteres demasiado, estas matando a las plantas en la tierra

Deméter: ¡Dime donde está mi Perséfone! no la encuentro y ella nunca se escaparía sin avisarme antes

Zeus: ¡Tranquila! Hades estaba buscando esposa así que le ofrecí a Perséfone

Deméter: ¡¿LE OFRECISTE A NUESTRA HIJA COMO ESPOSA?!

Zeus: ¡Deméter tranquilízate! estas causando frio y muerte en la tierra

(Deméter enfurecida se dirige directo al inframundo)

Mientras tanto en el inframundo.

Hades: Bueno, ya llegamos

Perséfone: Espera ¿estamos en el inframundo?

Hades: Si... perdón por no decírtelo

Perséfone: Eso significa que tú eres... ¡Hades!

Hades: Por favor perdóname si eso te molesta, yo estaba buscando esposa y tu padre me dijo que podía quedarme contigo

Perséfone: Tranquilo, no estoy molesta, solo es mucho que procesar

Hades: No tienes que quedarte, puedes irte si quieres

Perséfone: No, quiero quedarme, me agradas, y quiero que me lleves a las semillas de granada

Hades: Tu también me agradas

(Perséfone asombrada observa a su alrededor)

Hades: Nunca vi que alguien se interesara en este lugar

Perséfone: Es un lugar muy desconocido para mi

Hades: Como te prometí, aquí están las semillas de granada, pero te advierto, si comes una te quedaras ligada al inframundo

(Perséfone se queda dudando, pero luego se come una semilla)

Perséfone: Ya no hay vuelta atrás, pero no me arrepiento

(Deméter llega al inframundo)

Perséfone: ¡Madre! ¿qué haces aquí?

Deméter: ¿Qué hago aquí? ¡!estuve buscándote todo el día!

Hades: Deméter puedo explicarlo

Deméter: No quiero escucharlo

Hades: Zeus me dijo que-

Deméter: ¡Zeus no tiene el derecho de hacer eso! sí, le dio la vida a Perséfone, pero no es su padre

Perséfone: Madre...

Deméter: Zeus nunca ha hecho nada por ella ¡y ahora llega y regala a mi hija!

Perséfone: Madre tranquila

Deméter: ¡¿Cómo puedo estar tranquila después de lo que te hicieron?!

Perséfone: Yo decidí venir

Deméter: ¿Qué?

Perséfone: Hades no me secuestro, ni siquiera sabía quién es el, yo decidí acompañarlo y quedarme aquí

Deméter: ¿A qué te refieres con quedarte aquí?

Hades: Se comió una semilla de granada que provenía de aquí

Perséfone: Ahora estoy ligada al inframundo, fue mi decisión

Deméter: Entonces ¿Te quedaras aquí para siempre?

Hades: De hecho, no tiene que ser para siempre, solo tiene que estar aquí al menos una vez al año

Perséfone: Madre, la primavera me pertenece, pero también quiero estar aquí, quiero compartir mi tiempo con ambos reinos

Deméter: Entonces, apoyo tu decisión, te quiero hija

Perséfone: Yo también te quiero madre

Hades: Que bonito

Después de resolver el conflicto Deméter regresa al Olimpo para hablar con Zeus

Zeus: Deméter, me alegra que todo se haya solucionado

(Deméter se acerca a Zeus enfurecida)

Zeus: ¡Espera! ¿qué estás haciendo?

Deméter: No creas que ya te libraste de todo esto de el "rapto" de Perséfone

Entonces Perséfone pasa 6 meses en la tierra y 6 meses en el inframundo mientras Deméter causa la muerte de las plantas y frio por su soledad

FIN

Autor: Aldair Valero





arbol de genealogico de cronos

 




CUENTO: EL ORIGEN DE ZEUS

Érase una vez un joven niño que viva en una cueva, ese niño era Zeus un niño que fue salvado por su madre para no ser comido por su padre cronos, él vivía en una cueva junto a una cabra que lo amamantaba desde que era un bebe una vez que fue creciendo Zeus sabia su objetivo, derrotar a su padre cronos 
-- entrenare duro, para derrotar a mi padre y salvar a mis hermanos-- dijo Zeus con toda la fe y decidido a derrotar a su padre y rescatar a sus hermanos, y así fue como durante años entreno duro para ser fuerte y cuando por fin estuvo listo, fue a enfrentarlo, soportando vientos despiadados, insoportables desiertos
viajando muchos días y noches. Hasta que por fin llegó con el-- ¡por fin estoy listo para enfrentarlo! --dijo con entusiasmo y valentía lo encontró, listo para la batalla entre padre e hijo--quien eres tú? -- dijo cronos confundido.
--yo soy tu hijo Zeus--dijo con voz desafiante y seria --Zeus? -- respondió cronos asombrado--creí que te había comido--nunca pensó que su hijo en verdad estaba vivo frente a el --pues creíste mal padre--dijo Zeus con enojo y determinación y desatado por el enojo Zeus se abalanzo hacia él, tuvieron una feroz batalla, las nubes oscuras, salían truenos y la tierra zangoloteaba cuando chocaban puños y peleaban sin descanso por dos días seguidos sin descanso--!MORIRAS¡ -- dijo cronos con enojo y furia-- ¡NO LO CREO ESTE ES TU FIN! --dijo Zeus con enojo, y cuando cronos trato de matarle con un fuerte golpe, Zeus lo esquivo con rapidez, agarro una piedra y le golpeo en la cabeza con fuerza, dejándolo tieso y muerto en el piso--esto no tenía que terminar así...--dijo Zeus con jadeos y algo de tristeza pero logro lo que nunca pensó que podía hacer matar un dios--mi manera es ala maneara de los dioses-- dijo Zeus con seriedad y orgullo, des pues de varios días.. meses y años, todo fue paz y tranquilidad, Zeus junto a sus hermanos, hades, ares y Poseidón, tomaron el olimpo y se convirtieron en los nuevos reyes del olimpo--estamos en casa por fin...-- dijo Zeus con tranquilidad y libertad y así fue como nuestro dios Zeus se enfrentó a su padre cronos.


Autor: Sánchez Rodríguez Milo

anecdota: de poseidon

Una de las anécdotas más interesantes de Poseidón rey del mar en la mitología griega es su papel en la fundación de Atenas. la leyenda dice que él y Atenea, la diosa de la sabiduría, hicieron una competencia por el control de la ciudad, él y el dios de la guerra, Poseidón perdió en un concurso. Poseidón muy enojado inundó la Acrópolis en venganza, generando temor y respeto a la vez hacia el rey de los mares Poseidón.










Mito (el músico que hizo llorar a Hades)

 Calen tocaba la lira tan bien que su música llegaba hasta el Inframundo. Un día, Hades subió a la tierra solo para escucharlo. Le pidió una canción sobre el amor, y Calen tocó una tan triste que hasta las sombras dejaron de moverse.


—Esa canción no debe existir entre los vivos —dijo Hades, conmovido y molesto.


Entonces, lo condenó a tocarla solo en el Inframundo, para siempre, sin que nadie más la escuchara.


Dicen que cuando todo está en silencio, si prestas atención, puedes oír a Calen tocando para un dios que no sabe llorar.

Autor: Jimenez Ruiz Sebastián